Tomar una taza de té de menta por la noche se volvió una costumbre para muchos argentinos que buscan un descanso más reparador y remedios naturales para malestares cotidianos. Preparado con hojas de Mentha piperita (o menta común), esta infusión sin teína aporta efectos relajantes, digestivos y antiinflamatorios que pueden mejorar la calidad del sueño y el bienestar general cuando se incorpora con moderación a la rutina nocturna.

¿Por qué tomar té de menta antes de dormir?

El té de menta no contiene cafeína, por lo que no altera el sueño. Además, su compuesto principal, el mentol, aporta sensaciones de frescura y efectos broncodilatadores y relajantes que ayudan a:

Facilitar la relajación y disminuir la tensión antes de acostarse.

Mejorar la digestión: reduce gases, hinchazón e indigestión que muchas veces dificultan conciliar el sueño.

Aliviar síntomas respiratorios leves, ya que el vapor y el mentol descongestionan las vías nasales.

Refrescar el aliento de forma natural.

Beneficios comprobados (y cómo suelen notarse)

Mejor descanso nocturno

Al no aportar teína y por su efecto relajante, ayuda a reducir la tensión y preparar el cuerpo para dormir.

Alivio de molestias digestivas

Estudios y la práctica tradicional muestran que la menta relaja la musculatura intestinal, favorece el tránsito y reduce la formación de gases.

Reducción de dolores de cabeza y cólicos menstruales

El mentol puede producir sensación de alivio en cefaleas tensionales y hay evidencia de que extractos de menta alivian los cólicos en muchas mujeres.

Prevención de resfriados y alivio de la congestión

Respirar el vapor caliente de una taza puede calmar temporalmente la nariz y el pecho; además, sus propiedades antiinflamatorias ayudan en molestias leves.

Cómo preparar una taza ideal antes de dormir (receta práctica)

Lavar 6–8 hojas frescas de menta (o 1 cucharada de menta seca).

Hervir 250–300 ml de agua y verter sobre las hojas.

Dejar en infusión 5 minutos (no más de 10 para evitar amargor).

Colar y tomar tibio.

Opcional: endulzar con miel o stevia si lo deseás, evitando azúcar si buscás controlar calorías.

Precauciones que tenés que conocer

Reflujo gastroesofágico / acidez: la menta puede relajar el esfínter esofágico inferior y empeorar el reflujo o la acidez en quienes ya lo padecen.

Embarazo y lactancia: si estás embarazada o amamantando, consultá con tu médico antes de incorporar tés medicinales de forma habitual.

Interacciones medicamentosas: si tomás medicación crónica (especialmente para el estómago, la presión o anticoagulantes), consultá con tu médica/o.

Niños pequeños: evitá ofrecer infusiones muy concentradas a bebés y niños pequeños sin supervisión pediátrica.

Alergias: aunque es poco frecuente, algunas personas pueden ser sensibles a la menta.

¿Cada noche es recomendable?

Para la mayoría de las personas, una taza de té de menta por la noche es segura y beneficiosa. Igual, lo ideal es:

Empezar con una o dos tazas semanales si nunca la tomaste.

Observar cómo reaccionás: digestión, sueño y síntomas respiratorios.

Consultar con un profesional de la salud ante dudas o condiciones crónicas.